- Área: 21 m²
“ ...Tendidos bajo las estrellas tiernas
como los agujeros de un circo pobre…
Yo no espero ver,
sino esas sombras que recorren los cercos,
en busca de mi sombra …”
Teillier / Los trenes de la noche
En la búsqueda de un proyecto de titulación, se encontró una empresa agrícola ubicada en la ribera norte del río Lontué que requería un comedor agrícola para sus trabajadores que se desempeñan según temporada entre podas, raleo y cosecha. Mas fuertemente en este ultimo, entre los meses de Enero y Marzo.
Entonces, se necesita un comedor que responda a las condiciones especialmente de verano, que signifique una mejora de las condiciones de los trabajadores que actualmente almuerzan en el piso.
Indagaciones en lo Rural
Hacer aparecer algo en el campo, exige ciertas leyes que logren engastar un volumen de buena forma en un territorio aparentemente sin medida. Al observar el campo, “lo rural”, se encuentra que una de las diferencias mas radicales con lo urbano, cuanto a sensaciones, tiene que ver con el largo de la mirada. Al contrario de lo urbano y su constante sumergimiento entre muros, panderetes, cubiertas de zinc, postes, etc. La condición de ruralidad tiene una relación del largo de la mirada, la considerable distancia que a diario se experimenta entre donde me sitúo y lo que desde allí alcanzo a mirar. Acompañado de una relación cielo-tierra en donde insistentemente se tienden a juntar.
Se aborda lo rural solo desde sus preexistencias constructivas y no mas allá. En el sentido del como allí se construye, la manera en como se solucionan las cosas. Se rescata la sensatez extraordinaria de sus construcciones que abordan por sobre todo lo funcional y su implícita belleza que se asoma inconsciente en la mayoría de sus construcciones anónimas, operación que supera cualquier formalismo.
Así también las imágenes indican que lo rural y su manera de construir no tiene mas afán de ser la buena construcción con lo que tengo en las manos, sin discursos, cosas que acusan todas las distancias respecto a los materiales y técnicas típicos con que hoy se construye, lo que inevitablemente hace aparecer el ingenio del campesino conjugado con la materia.
Al observar el habitar en el campo se percibe un cierto desorden, el que está determinado por los límites difusos, mezclados, con muros que logran su espesor a partir del apilamiento de cosas, alejándose de rigores espaciales estrictos. Dicha condición cambia radicalmente cuando se trata del trabajo, sean las siembras, las plantaciones o cualquier otra de las faenas que lo determinan. Entonces, a la casa de un campesino se pueden aplicar calificativos que digan de un descontrol, pero no así a su trabajo.
Comedor
Antes de cualquier idea, la premisa proyectual fue hacer un punto, ni una línea, ni un plano. Buscando así la concentración de los recursos económicos de manera mas certera, en donde generalmente bajo el encargo y sobre todo bajo el proyecto de título, escasean.
Para proyectar, se intentan tomar cada una de las condiciones aparecidas en la investigación. Desde como se proyecta, con qué, y como.
Sobre el largo de la mirada es fundamental la cantidad de cerramiento que se dota al proyecto, en donde se busca un mínimo de contención que permita el buen comer y el descansar oculto. Además de la condición emergente, el dominio visual del paisaje en donde se sitúa. El balance entre estos dos puntos, aparece como una de las principales pistas sobre cuanto y como se encierra el aire.
En cuanto al orden del campo, se entiende que el paisaje rural se forma en general a través de constantes balances entre orden y desorden, el proyecto busca insertarse en su paisaje próximo haciendo un contrapunto radical en su emplazamiento. Al orden de los polines de la viña y a su cielo nítido, se contraponen las rocas desiguales y una malla inquieta. Al desorden de crecimiento de las parras y su masa vegetal, se contrapone un deck de madera estricto, ortogonal.
El proyecto no busca mas que resolver un encargo desde lo rural, a través de las materialidades y “apariencias liquidas” circundantes, una vez mas, sobre lo que tengo, un río cercano que se traduce en rocas, madera de bines de deshecho, 4 varas de eucaliptos, malla y mucho alambre tenso.
El objetivo siempre será el buen comer, entre el viento y bajo una buena sombra, condiciones que en el campo y entre la jornada, se agradecen.